Los gatos pueden exhibir una variedad de conductas destructivas, muchas de las cuales son naturales para ellos, pero pueden resultar problemáticas para los tutores. Sin embargo, algunas conductas son signos clínicos que pueden evidenciar que puede haber un problema orgánico como enfermedad gastrointestinal, neurológica, diabetes, entre otras.
¿Qué conductas se consideran destructivas?
- Rascado inapropiado: varios estudios muestran que un porcentaje entre el 52-84% de los gatos muestran un rascado inadecuado. La conducta de marcaje con uñas tiene varias funciones: estiramientos musculares tras un periodo de descanso y un marcaje del territorio del gato cuando se liberan las feromonas.
- Destrucciones con la boca por masticación y succión.
- Destrucción de plantas. Hay que tener cuidado, ya que muchas de ellas son tóxicas para los gatos.
- Mordida de cables.
- Plásticos, papeles y caucho son los materiales más frecuentes
- Destrozos relacionados con las patas y la actividad del gato, como subirse y saltar a muebles en altura, dar con las patas a objetos que se caen.
¿Cuáles son las causas de estas conductas?
- No se cubren las necesidades medioambientales de la especie de marcaje con uñas, actividad simulando la búsqueda y caza de alimento.
- Necesidad de actividad, juego y conducta exploratoria, siendo un comportamiento normal, pero que el gato dirige hacia objetos de la vivienda por falta de otras oportunidades.
- Frustración, en este caso el gato puede maullar intensamente.
- Demanda de atención, el gato realiza la conducta y el tutor presta atención a la conducta, la mayoría de las veces corrigiéndolo.
- Miedo/ansiedad/estrés como conducta de desplazamiento para gestionar estados emocionales negativos.
¿Cómo podemos abordar estas conductas?
- Chequeo veterinario para descartar un problema de salud subyacente.
- Medidas de seguridad para evitar accidentes con cables, plantas tóxicas o la ingesta de material no comestible.
- Evitar reñir al gato porque puede genera miedo/ansiedad y no solucionamos sus necesidades.
- Proporciona un lugar adecuado para rascar, el gato indica en qué localizaciones y muebles elije hacerlos. Frecuentemente en sillas, sofás o butacas. En esos puntos pueden colocarse los rascadores de sofá o torres verticales delante del punto que rascan.
- Proporcionar enriquecimiento ambiental adecuado a la edad y estado de salud del gato: suficientes juguetes, áreas para trepar y tiempo de juego interactivo.
Si los problemas persisten o empeoran, buscad ayuda de un etólogo clínico felino o un veterinario especialista en medicina del comportamiento.
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